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miércoles, 10 de noviembre de 2010

¿Sufres algún tipo de maltrato en tu trabajo?

Las relaciones humanas son complejas y lo son aún más si de por medio existe una relación de poder.
Por lo general, aquellas personas que son dueñas de una pobreza interior o padecen de alteraciones emocionales y adquieren algún tipo de poder sobre otra, gozan al lastimar y ver destruidos a sus empleados.
El maltrato laboral puede tener muchas formas y manifestaciones, que van desde el acosos sexual, el acoso moral, el hostigamiento, la burla en grupo, el aislar a una persona, entre otras modalidades.
Existen formas explícitas de maltrato. Por ejemplo:
- Gritar al empleado ya sea a solas o delante de sus compañeros.
- Darle trabajos que son inalcanzables o imposibles de cumplir en los plazos que se le pide.
- Sobrecargarlo de modo sistemático.
- Amenazarlo de manera continuada.
- Quitarle áreas de responsabilidad clave, ofreciéndole a cambio tareas rutinarias, sin interés o incluso ningún trabajo que realizar («hasta que se aburra y se vaya»).
- Tratarlo de una forma  discriminatoria.
- Ignorarlo o excluirlo, sea en la oficina o en las reuniones a las que asiste.
- Retener información crucial para su trabajo o manipularla para inducirle a error en su desempeño laboral, y acusarle después de negligencia o faltas profesionales.
Todas estas situaciones son de la talla de una patología. La crueldad debe llegar a los caminos legales para frenar el abuso.
Pero por otro lado, quien es abusado debe saber que más allá del dinero y el sueldo que ese trabajo le brinda, debe defender algo que no tiene precio: su salud mental y su dignidad. Su defensa debe ser prioridad y si es necesario salir de ese trabajo con las respectivas denuncias, que se haga.
Lo peor que puede suceder es que este empleado se quede callado y sometido, ya que esto le traería serios trastornos con consecuencias perceptibles  a su entorno privado.
FUENTE: RADIO PROGRAMA DEL PERU

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